Las palabras son energía
Apr 04, 2022Cada palabra que decimos tiene una frecuencia vibratoria. ¿Esto qué significa? Que cada que hablamos emitimos sonido, onditas de energía, de potencia, de fuerza que van a conectar con aquello de la misma resonancia.
Las palabras al mismo tiempo son vehículos que llevan nuestros conceptos, significados y nuestras convicciones. Detrás de cada palabra elegida al hablar o al escribir hay mucha más información sutil, energética e inconsciente. Cada palabra lleva una carga según quién y cómo la diga.
Las palabras son la materia prima con las que se forjan y materializan las ideas. Las ideas a su vez, modelan y representan tus pensamientos. Los pensamientos, como ya sabemos, son energía que generan emociones; las emociones se transforman en sentimientos que van a dictar nuestras acciones, y todo esto está manifestando nuestra realidad una y otra vez. De esta manera, si cambiamos nuestras palabras a consciencia, cambiamos la cadena completa.
La forma en la que hablas define quién eres (tu personalidad) en ese momento, más nunca te definirán de por vida. Recuerda que no estamos definidos, sino que siempre estamos en proceso de transformación. Pero las palabras que elegimos sí van a impactar lo qué pensamos en este momento y por ende nuestra mentalidad.
La energía de las palabras que elegimos cambia según el contexto, historia y presencia de cada momento; es decir, la energía cambia en relación a lo interno y a lo externo. Cuanto más conscientes nos volvemos del impacto que las palabras tienen en nosotros, más profundizamos en la elección de palabras que usamos al expresarnos, porque el que está despierto sabe que sus pensamientos imprimen su realidad, entonces observa, elige y cuida sus pensamientos.
La mayoría de nosotros hablamos de forma reactiva, sin pensar, soltando como verborrea los pensamientos y sentimientos sin notar la presencia energética que acompaña a nuestra expresión. Cuando somos conscientes de la energía que hay detrás de nuestras palabras, nos volvemos capaces de elegir qué energía queremos encarnar para entonces poder llevar claridad a lo que sí deseamos experimentar.
La energía que acompaña a las palabras puede ser:
- Alta o baja.
- De abundancia o de carencia.
- De alto valor o de poco valor.
- De aceptación de lo que es o de rechazo a lo que es.
Entonces las palabras llevan energía, dándonos un poder de lenguaje brutal porque hoy sabemos que la energía interna tiene un impacto epigenético que nos cura o nos enferma.
Reconocer este poder es reconocer que las palabras no son entidades abstractas que se usan solo para transmitir significado; son poderosos transmisores de sentimientos y de afirmaciones intencionadas o convicciones.
Una forma fácil de conectar con el poder de las palabras es haciendo una lista de las palabras que más usamos observando lo que está detrás de ellas, con qué sentimientos o intenciones las decimos. La mejor manera de hacerlo es escribirlas, tienes que verlas fuera de ti, y repítelas en voz alta para poder reconocerlo. Aquí te dejo unos ejemplos:
Palabras de baja frecuencia (carencia)
- Odio
- Debería
- Necesito
- Quiero
- Jamás
- Difícil
- Imposible
- Nunca
Palabras de alta frecuencia (abundancia)
- Elijo
- Puedo
- Soy
- Creo (de crear)
- Permiso
- Posible
¿Ya ubicaste cuáles palabras son las que están imprimiendo constantemente tu realidad? ¿Puedes notar cómo tienes una personalidad basada en las emociones que esas palabras representan? Las distintas personalidades están experimentando distintas realidades. Elige con consciencia cuáles son los pensamientos, sentimientos e intenciones que deseas seguir manifestando.